lunes, 14 de julio de 2008

Algo como tú

Otro día que ha pasado, y otro día que no has salido de mi cabeza. Día o noche, frío o calor, por aquí estas tú. Cierro los ojos, y te veo, veo tu sonrisa, tus labios junto a los míos, y siento tus manos en mi cintura, arropándome cuando hace frío y refrescándome cuando tengo calor.
Intento estar entretenida, la tele encendida, la radio de fondo mientras ordeno los papeles que siempre inundan mi escritorio, y en los ratos libres leo.¿Qué leo? Paula, un libro que tanto necesito leer, y que me está enseñando lo mal que lo pasan algunas personas a lo largo de su vida, y lo fuerte que les hace todos sus problemas…Pero en este intento de mantenerme entretenida, siempre apareces tu. Una secuencia de imágenes con nuestra canción de fondo. Pereza hablando de princesas que buscan nuevas colecciones y de magia. Y Paula contándome a mi y a su madre que había conocido, la noche anterior, al hombre con el que se iba a casar. Pero….¿cómo lo tenía tan claro? Pensé. Y al parecer su madre pensó lo mismo y le preguntó, y ella contesto: “Por que me dieron nauseas, y me tuve que salir…suerte que el salio detrás de mi”
Todo esto, no me produce otra cosa, más que recordar. Recordar tu mirada. Recordar tu voz cantando aquellas canciones que hasta entonces no habían significado nada para mí, y ahora lo son todo. Recordar el agobio de gente que había a nuestro alrededor. Recordar lo segura de mi misma que me sentía mientras buscaba tus manos entre el tumulto de gente. Recordar tu sonrisa.
Sonrisa que se refleja en mi cara, y que día tras día voy mostrando a todo aquel que se cruce en mi camino; pero se que tarde o temprano, esta sonrisa se transformará en un lágrima, no se porqué, pero así sucederá. Atrás quedan tantos ratos de soledad, en los que me acordaba de mi primer novio, en los que recordaba como fueron los besos con aquel chaval de ojos claros, o como veíamos películas, una tras otras, sin enterarnos de argumento alguno, porque no podíamos dejar de besarnos; todos esos maravillosos momentos que me hacían sonreír y después acabaron siendo solamente lágrimas.
Poco a poco esta sonrisa se transformará en tardes tiradas en el sofá, pensando ¿por qué? ¿Por qué me ocurre siempre lo mismo y nunca aprendo? ¿Va a ser siempre así? ¿Será que yo no arriesgo lo suficiente? O ¿será que doy demasiado?
Esta sonrisa se convertirá en tardes en las que no tengo ganas de nada, en las que paso las horas muertas, esperando algo, no se el que, algo que me vuelva a hacer sentir a tu lado, algo que vuelva a hacerme sonreír con tan solo un gesto, algo que me devuelva la vida, que me devuelva la ilusión, algo como…tú.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Precioso..me ha encantado...
No sabía que se te diera tan bien escribir.
Un besito Pau!
[Elías]